Hace varios años se hizo un
análisis de 100 millonarios que empezaron desde abajo, ellos fueron
emprendedores. Sus experiencias en educación variaban entre el nivel primario
hasta el nivel del doctorado, y otras características que también variaban
considerablemente. Pero había una cosa en común en todos ellos… Todos eran
“buenos localizadores”. Podían ver lo bueno en otras personas… y en cada
situación.
Al igual que el primer paso para
alcanzar el éxito es conocer nuestro propio potencial, el segundo paso, es
conocer el potencial de otros. Afortunadamente, si ya aprendimos a reconocer
nuestras habilidades será fácil reconocer la de otras personas, y una vez
reconocidas, podremos ayudar a esas personas a descubrirlas por sí mismas.
Es una verdad universal que
tratamos a las personas exactamente como las vemos. Una vez que se encuentre lo
“bueno” o “habilidad” en la otra persona, la tratamos mejor y aquella responde
mejor. Por lo tanto, podemos decir que es “buen negocio” y “buena humanidad”
ser un “buen descubridor”.
Sin importar cuál sea su
profesión u oficio, si lo que busca es cumplir sus sueños y metas en la vida, debe
empezar a buscar lo bueno en cada persona y en cada situación, y adoptar ésta
regla como un modo de vivir el día a día.
Una pregunta: ¿qué clase de hijos
tiene? ¿Qué tal se comporta su esposo/a? Si eres vendedor, ¿qué clase de
clientes has estado visitando?, si eres profesor ¿qué clase de alumnos tienes?
Aquí te cuento una historia:
A una profesora se le dijo:
“Tiene suerte, le ha tocado el salón con los niños genio, éstos alumnos son
realmente, pero realmente brillantes,
pero cuidado, le advertimos que algunos intentarán engañarla, dirán que esa
tarea es muy difícil o que es mucha, no los escuche, recuerden que son niños
muy inteligentes y podrán hacerlo, sólo dele su voto de confianza, su
motivación diaria, disciplina e interés a cada uno de ellos”
A una segunda profesora se le
dijo: “Tiene a los estudiantes promedios, no son muy buenos ni tan malos, sus
coeficientes intelectuales son promedio, así que esperamos resultados en el
rango promedio”.
¿Cuáles fueron los resultados?
Pues si, como se imagina, el primer salón tuvo mejores resultados que los del
otro salón. Tanto así, que a fin de año, éstos estudiantes genio ya estaban
adelantados un año escolar que el salón promedio. Y como seguramente ya se dio
cuenta, el secreto era que , no habían alumnos genios. Todos eran promedio.
¿Cuál fue la única diferencia?
pues la actitud de las profesoras. La que pensó que sus alumnos eran genios,
los trato como tal, espero que se comportaran como tal y así lo hicieron. Por
eso, es muy cierto, cuando se dice en que la manera en que vemos a alguien, es
la manera en que los tratamos, y la manera en como se trata es frecuentemente
en lo que se convierten.
Un poeta dijo: “Si tomas a un
hombre como es, lo empeoras respecto de lo que era. Pero si lo ves como la
mejor persona posible, entonces se constituye en la mejor persona posible”
Ahora sí, al leer estas líneas,
ha visto a su esposo, esposa, hijos, compañeros de trabajo, clientes, etc. que
han mejorado, Felicitaciones, Usted está progresando.