TÚ ELIGES:

Ambos tuvieron destinos
diferentes, el Bonsai cuando apenas estaba creciendo los japoneses lo desenterraron
y amarraron su raíz, se frustró deliberadamente su crecimiento. Mientras que el
general Sherman cayó en la rica tierra de California, alimentándose de los
minerales y el sol, el resultado: un árbol gigantesco.
¿Y qué tiene que ver esto con
nosotros? Pues nada en realidad, pues estos árboles no pudieron escoger sus
destinos, en cambio nosotros sí podemos, TÚ SI PUEDES ELEGIR. Puedes ser tan
grande con un general Sherman o tan pequeño como un Bonsai.
Si nuestra imagen propia es la de:
- “soy un pequeño empresario, tengo mi negocio chiquito y ahí vamos pues, yo no nací en cuna de oro, y no la he tenido nada fácil, a seguir luchando con mucho sacrificio nomás”
- “Suerte de aquellos que estudian en universidades prestigiosas y caras, yo no tengo padres que me paguen eso, yo estoy en una universidad estatal donde la enseñanza no es la mejor, y claro cuando busqué trabajo le darán prioridad a esos hijitos de papá”
- “Yo vengo de provincia, de un pueblito pequeño, soy muy humilde, buscaré cualquier trabajito, reuniré unos ahorros y me regresaré a mi pueblito para vivir un poco mejor allá”
Y así puedo escribir innumerables
“slogans”, bastante deprimentes en realidad, y digo deprimentes pues reflejan
abiertamente la autoimagen tan pobre que tienen éstos individuos, pues ello
solitos se colocan en un peldaño inferior a “otros” y lo peor es que en verdad
se la creen.
Muchas de estas personas, tienen
potenciales increíbles que no lo quieren ver o si saben que tienen algo bueno,
creen que no es suficiente para ser un hombre exitoso. Y claro, si yo de verdad
creo que soy un humilde negociante que nada lo tiene fácil y que lo único que
le queda es tener una vida llena de sacrificios para comprarse sus “cositas” ,
con ese pensamiento como voy a siquiera imaginar llegar a ser dueño de una gran
empresa con cientos de colaboradores a mi cargo.
Pero qué pasaría si alguien que
ellos admiran les dijera, oye ven acá, “Te he estado observando, tienes grandes
habilidades, sabes tú podrías ser alguien realmente grande” y lo más importante
que pasa si ellos realmente CREEN éstas palabras.
Cuando tú te la creas de verdad,
dejarás de ser ese chico envidioso de los que tuvieron más oportunidades
económicas que tú, de ser ese negociante lleno de sacrificios a lo largo de su
vida, o ser ese provinciano de pueblo chiquito que viene a buscar un trabajito.
Dejarás de ser todo eso, para qué empieces a pensar como un campeón, a actuar
como un campeón, a verte como un campeón
y a desenvolverte como un campeón.
Tu vida puede dar un giro de 180
grados cuando sepas que eres especial. Tú que estás leyendo esto puedes
comenzar desde donde estés, con lo que tienes y disfrutar lo que significa ser
exitoso en la vida, lo único que debes empezar hacer es creer y confiar que tú
te lo mereces y que sí estás en la capacidad de hacerlo.
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